19 de junio de 2016

El movimiento se demuestra andando

Hay dos tipos de procesos, por un lado están los procesos muy bien definidos, donde las entradas, salidas y actividades son precisas. Por otro lado están aquellos procesos que si bien tienen definido un objetivo no hay procedimiento tan definido y son producto de la observación y de la experimentación.

Scrum se centra más en estos últimos procesos, ya que se parte de la premisa que, para algo que sea exitoso, es necesario observar y analizar las diferentes variables y establecer procedimientos más adecuados, no hay verdades absolutas, ni procedimientos perfectos, es necesario inspeccionar para luego adaptar y eso se consigue cuando se tiene una mente abierta al cambio a la inquietud en la búsqueda de la mejora.

Scrum propone que los procesos están bien, pero es importante investigar y probar, cuál es la mejor forma de hacerlo, es decir, no asumir un proceso como un dogma, solo como una guía operativa, qué podemos cambiar para mejorar nuestros resultados, por eso debemos experimentar, probar y tomar las decisiones que nos lleve al éxito en la gestión de proyectos.

Es necesario tener disciplina y motivación. Disciplina para ser constantes esto no se hace una vez y luego se olvida, hay que perseverar, estar atento a cualquier desviación y tomar acciones para reconducir y por último  para tomarnos todo este trabajo necesitamos estar motivados en los resultados, verdaderamente implicados, o sino se convierte en una serie de tortuosos pasos desesperanzadores.


Como tantas veces escuché “El movimiento se demuestra andando”.