Hoy inicio una nueva andadura en mi blog y es, contarles mis experiencias dictando cursos de Gestión de Servicios (ITIL) y de Proyectos; también desarrollando temas que son mi interés y que espero sea del vuestro.
Uno de los temas recurrentes en mis cursos y en especial en aquellos dónde los alumnos ya han iniciado su experiencia en ITIL, es relacionado con la resistencia a la aplicación de las Buenas Prácticas difundidas por ITIL.
ITIL es una biblioteca que recoge el uso de las buenas prácticas en la gestión del servicio, es decir que, lo que nos está aportando ITIL, es experiencia. ITIL te da las herramientas para que no caigas en esos errores por falta de conocimiento; como dice un compañero, son los consejos que nos dan y que puede estar en nosotros aceptarlos o no. Pues parece que eso también pasa con ITIL, la aceptación de esas buenas prácticas está enfrentada a la resistencia, al cambio.
Pienso que esa resistencia desaparece cuando se desarrollan estrategias de comunicación y de acción, hacia las personas que participarán en los procesos, a fin de que puedan integrar sus conocimientos y la aplicación de buenas prácticas y no lo vean como una invasión a su buen hacer.