El resultado de un proyecto
en definitiva es lo que cuenta y si este satisface las necesidades y expectativas
del cliente. En una metodología predictiva o tradicional ese resultado llega
al cliente al finalizar el proyecto, ya podrá gustarle poco o mucho que ya está
todo hecho.
En SCRUM ese resultado
puede ser visible y evaluable a las pocas semanas de haber iniciado el
proyecto; esto es gracias a que el desarrollo de un proyecto ágil es a través
de iteraciones o ciclos denominados Sprint. Las iteraciones en SCRUM
permiten que cada "x" tiempo, que no debe superara las 6 semanas, se pueda entregar
resultados parciales e incrementales.
El equipo de SCRUM se
organiza para entregar resultados funcionales al cliente, es decir, valor que
el cliente pueda evaluar y aprobar o rechazar.
EL hecho de que un proyecto
tenga un desarrollo iterativo permite desde un primer momento que el cliente
pueda ir apreciando los resultados, que por supuesto serán parciales y así se
pueden ir tranquilizando las expectativas respecto de lo que se está haciendo y
si hemos hecho una correcta interpretación de las necesidades del cliente.
Para un equipo de SCRUM es muy
importante, porque obtiene en tiempo real un feedback del cliente, que indica
si los pasos que vamos dando están siendo certeros o no.
La entrega de valor en
SCRUM es temprana y constante, porque cada Sprint es una oportunidad de entregar
valor y esto lo podemos hacer desde las pocas semanas de iniciado el proyecto y
es constante porque a través de todo el proyecto, es decir, sprint tras sprint
se está entregando valor.